Arar en Los Oficios
Volver a La Utopía

Para un puñado considerable de gente el teatro ha sido, es y seguirá siendo una especie de pueblo secreto, a caso perdido, muchas veces olvidado, pero igual latente y sensible, evidencia de todo cuanto acontece en la realidad. El teatro es alegoría alquímica de todo cuanto moldea y moviliza lo humano, es el árbol genealógico donde se revela la vigilia de misterios atemporales, donde despiertan feroces leyendas ancestrales, donde se manifiestan las celebraciones de los mitos eternos.

El teatro como tierra de cultivo de lo imaginario y comuna compartida de lo lúdico nos gatilla, nos redime, nos resguarda, nos compromete, nos hace trascender el aquí ahora, nos regresa de manos a la utopía.

Arar en lo oficios es la herencia secreta de unos tantos que forjaron el presente, la sed de otros que regresan tras la huellas iluminadas del pasado, la estrepitosa voz parida del silencio en la distancia, el gesto arqueado del grito de los tiempos, la vibración primera de lo vivo, el trágico soplo y asombro del espíritu.

El Teatro de Los Oficios quiere reconocer su búsqueda en estas tierras secretas y promisorias, tras el celaje hibrido de tantas voces fértiles, practicas, corporeidades y postulados estéticos en el teatro. Volver a la utopía nos convoca y nos provoca, ser oficiantes creadores en su propio arar, en una práctica integra, rigurosa, comprometida, pasionarios de una fe, herederos encantados de Sísifo.

El Teatro de Los Oficios pretende ser una Isla Imaginada sobre aguas móviles, una noria en rebelión, una balsa pendular, unos guijarros tirados a las estrellas, el ojo miope del ciclope que se anula para ver nacer terribles mundos posibles, la mano en llamas del instinto tocando transparencias en los pensamiento, la voz oblicua y desplazada que solo cuenta historias disidentes, y si acaso nada de estas virtudes le es merecido atesorar, pues, solo arar en Los Oficios se encomienda, en procura irremediable de volver a la utopía.

Miguel Ramírez
Director
Teatro de Los Oficios