25/12/10
Fabula Interna
Cuando Yo busca una habitación solo para un rato,
Otro corre desesperado hacia todas partes y ninguna.
Cuando el tiempo avanza hacia atrás
y no como siempre hacia adelante,
Tú lo ve doblar la esquina y se hace su mejor,
peor, su único e imprescindible compañero.
Cuando Yo no pertenece a ningún sitio
pero sabe que está aquí, siendo solo un extranjero,
Otro es solo un recuerdo deformado , el olvido de lo ocurrido,
el principio y final del grito, la sed y el abrazo.
Cuando la injusticia y la soledad embarga a “El Ejecutor”,
es entonces cuando irremediablemente Yo, Tú y Otro
desdoblan su terrible y encarnable deseo de ser,
desgarrando celajes íntimos en la extensión agónica de la palabra,
eclipsando bucólicas sombras en el tiempo fugaz del encuentro
grito visceral desahogado a tres voces
cual otredades viendo romper sus espejos.
Una revelada lucidez lo redime
cuál temblor insondable de los sentidos:
solo quiero echarme en la hierba, compañero… y chao…
Miguel Ramírez
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